CURSOS

Se recuerda a todos que tenemos un curso de orientación Laboral para parados


viernes, 16 de agosto de 2013 hora las 10:00

Gestiona: Área de Bienestar Social

Ponentes: Médico, Psicólogo y Abogado
Colabora: "Ciudades ante las drogas"
Duración del Programa: 3 sesiones presenciales. Técnico/Día/Tema
4 meses de consulta online.

Temas:
1- Prevención de Adicciones
2- Abordaje de la búsqueda de empleo
3- Contratos y características

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martes, 9 de julio de 2013


La entrevista de trabajo, algunas ideas


Bien! por fin has conseguido que tus esfuerzos de enviar cientos, tal vez miles de currículums, se vean recompensados: tienes una entrevista de trabajo.
No es un puesto importante, no ofrecen un salario muy alto, no es quizás tu trabajo ideal, pero es la primera entrevista de trabajo que consigues tras mucho tiempo en el paro y, por lo tanto, eso lo convierte en ideal.
Puede que tengas experiencia suficiente como para saber que debes dejar los nervios en casa, pero tienes motivos suficientes también para estar nervioso. ¿Cómo afrontar la entrevista?, ¿cómo será el lugar?, ¿cómo el entrevistador?, ¿qué preguntas me harán?, ¿cómo será la empresa?

Bien, vayamos por partes. En primer lugar debes tener en cuenta que en una primera ronda de entrevistas no es frecuente que te hagan ningún tipo de examen exhaustivo de conocimientos sobre el puesto que ofertan. Han visto tu currículum y te han llamado porque creen que podrías encajar y eso, precisamente eso, es lo que pretenden averiguar en la entrevista de trabajo. Para ello pueden utilizar diversos métodos, uno de los más comunes es el test psicotécnico. Esta prueba desvela características de nuestras capacidades que no son tan evidentes a simple vista, ni tras una conversación ni tan siquiera tras un examen exhaustivo de conocimientos. Relájate y no te atasques más tiempo de la cuenta en ninguna pregunta, pues ninguna es tan importante como el conjunto de todas ellas. Si tropiezas en alguna complicada, sáltala y al final vuelve sobre ella. Si terminas antes del tiempo que te concedan para realizar el test, no desperdicies ni un segundo, repasa nuevamente las preguntas que más te hicieron dudar.
Otro método común es el test de personalidad. Es muy importante responder a sus preguntas con naturalidad, ya que suelen contener preguntas cruzadas que están diseñadas para detectar a los listillos que creen saberlo todo, pero también a quienes tienen por primera reacción mentir o matizar la respuesta en función del entorno o en función del puesto de trabajo ofertado, esto es especialmente importante.
Por supuesto, el método más común para un acercamiento a las capacidades del candidato es la propia conversación durante la entrevista.
Otra vez, naturalidaddeja los nervios en la entrada. Aunque la sala de espera esté llena de candidatos, demuestra confianza en ti mismo, no estás allí sentado por casualidad. No te infravalores ni de veas por encima de los demás, nunca te va a faltar un aspecto en el que tu destaques por encima del resto, aprovéchalo. Y no desperdicies el tiempo en intentar ubicar a los demás candidatos en una hipotética tabla de clasificación de posibilidades. Eso no te va a aportar nada.
Nunca, nunca hables de tu al entrevistador, incluso cuando te lo diga abiertamente, incluso aunque sea más joven que tú, no lo hagas. No te sientes a menos que te lo indiquen. Cuando lo hagas, no cruces ni las piernas ni los brazos, ojo con el lenguaje corporal, desvela de nosotros más cosas de las que, en ocasiones, quisiéramos. Piernas o brazos cruzados suponen barreras entre el entrevistador y el candidato, y esto es algo que no ayuda a entablar una conversación fluida, pero sobre todo es algo que no suele escapar al subconsciente de ningún entrevistador. Mantén la espalda recta y las manos sobre las piernas. Si no consigues que los nervios te abandonen del todo, procura que se te note lo menos posible, ojo con los movimientos nerviosos de piernas, no te ayudarán en nada.
No demuestres impaciencia, aunque muy probablemente la tengas, dómala. No hables a menos que te pregunten o sea absolutamente imprescindible. Cuando lo hagas, cuida el tono, ni muy alto ni muy bajo, tanto una cosa como otra están fuera de lugar; elige bien las palabras. Si te piden que expliques algo, procura ser escueto y concreto, pero evita los monosílabos, y no divagues, duda lo menos posible. No dejes que el tiempo que llevas en paro deje poso en tus palabras o en tu actitud, procura ser positivo aunque la vida no lo sea contigo.
Es probable que, en estos tiempos de crisis, la oferta sea para cubrir un puesto de trabajo que está por debajo de tu historial académico o profesional. A nadie le va a extrañar que, con seis millones de parados, una persona preparada y con experiencia esté en paro; pero esto no evitará la siguiente pregunta: “Con su experiencia, ¿por qué opta usted a este puesto?” La pregunta es inocente pero la respuesta puede ser peligrosa. Una respuesta apropiada puede ser del estilo de: “Es un puesto en el que, si la empresa lo necesita, puedo aportar más de lo que se espera, y además es una buena oportunidad para incorporar nuevos conocimientos y experiencias a mi currículum”. Es la empresa la que debe asumir desde ese mismo momento que, si te contratan, tus conocimientos, tu experiencia y tus expectativas te pueden llevar tarde o temprano a otro destino.
Una entrevista de trabajo puede ser muy corta (malo) o muy larga (no necesariamente bueno). Recuerda que todo lo que digas en una entrevista de trabajo podrá ser utilizado en tu contra, por lo que no debes hacer alarde de nada, al menos no de forma demasiado evidente; no debes dar demasiados detalles sobre tus experiencias anteriores a no ser que te lo pidan o sea pertinente hacerlo; el entrevistador no espera que le resumas tu vida y milagros en veinte minutos. En este sentido debes recordar que no eres la única persona con la que se reunirá el entrevistador ese día, por lo que no tiene tiempo de charlar contigo. No exageres el nivel de tus conocimientos porque en algún momento, tarde o temprano, los podrán a prueba. Aunque sí puedes exagerar tus ganas de mejorar tu preparación…, si estás dispuesto a esforzarte por mejorarla. Utiliza expresiones como contribuir, aportar, ayudar, colaborar y otras similares…, aunque no debes excederte en su uso si estás optando a un puesto en el que tú trabajo consistirá en retirar las patatas de la freidora antes de que se quemen.
No peques de perfeccionista, puntilloso y adjetivos o actitudes semejantes, nadie es perfecto y el entrevistador lo sabe. Puede que seas perfeccionista o puntilloso, pero a veces la búsqueda de la perfección hace que un esfuerzo sea imperfecto, y esto no es lo que buscan las empresas.
También es muy importante tener presente que, en una entrevista de trabajo, las preguntas las suele hacer el entrevistador y no el candidato. A menos que sea absolutamente imprescindible para tu comprensión del puesto o por otro motivo tan importante como ese, no preguntes. Y, por supuesto, si la oferta es de las de “salario a convenir”no saques tú el tema, lo mejor es que esperes a que lo haga el entrevistador. Ahora bien, si en el transcurso de la entrevista no lo hace, es muy probable que sea conscientemente, lo cual querrá decir, en la mayoría de los casos, que no tiene previsto hablar del salario con alguien a quien no va a contratar. En una circunstancia así, no tengas inconveniente en sacar el tema, remitiéndote a la indefinición de la propia oferta, en este punto no tienes nada que perder.
Cuando salgas de la entrevista, ya has hecho tu trabajo, y sea cual sea tu impresión y tu valoración de la misma, lo primero que deberías hacer es seguir enviando currículums, no dejes descansar a tu cerebro, podría acomodarse en expectativas demasiado optimistas.
Por último, una obviedad, no debes olvidar que nunca hay una segunda oportunidad para dar una primera buena impresión. Es decir, cuida tu aspecto. Cada mínimo detalle cuenta, y cada mínimo detalle fuera de lugar brillará por encima de los demás, y no pocas veces en perjuicio del candidato. Un ejemplo exagerado me ayudará a explicarme. Si acudes a una entrevista para un puesto de reponedor en un supermercado, lo más probable es que una corbata o un vestido elegante no te ayuden gran cosa; pero si el puesto ofertado es, digamos, Jefe de Departamento X, la corbata o el vestido parecen más apropiados que el calzado deportivo, unos vaqueros y una camiseta.
Suerte en tu próxima entrevista de trabajo!



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